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Me crié en Argentina, muy lejos de los países que celebran posadas, y participé en mi primera posada en 1999. En ese entonces, mi cónyuge, que es de origen norteamericano, y yo íbamos a la iglesia en una congregación mayormente mexicana en Salt Lake City. Tres años más tarde invitamos a nuestros amigos de esa iglesia a la primera posada que celebramos en nuestro hogar. Me encantó tener la oportunidad de recibir a nuestros amigos, y sentí que el mensaje de las posadas es simple pero profundo: Cuando le damos la bienvenida a los pobres y necesitados (como lo eran José y María), estamos recibiendo a Jesús.
Las posadas son una procesión y celebración de Adviento. En México, en otras partes de América Central, y en Colombia, Venezuela, and Ecuador, se celebran posadas los nueve días antes de Navidad, del 16 al 24 de diciembre. Las posadas representan, con una canción, el largo y difícil camino de María y José mientras buscaban un lugar donde naciera Jesús. En las posadas se ilustra la historia que aparece en Lucas 2:1-7, pero con un desenlace feliz: En lugar de rechazarlos, al final de la canción el mesonero recibe a José y a María en su hogar.
Este año, quiero desafiarte a ti y tu familia a participar de una posada. No tiene que ser algo complicado, y no tienen que repetirse nueve días. En los Estados Unidos hay muchas congregaciones, tanto latinas como anglas, que adaptan la tradición y celebran una sola noche, e invitan a todos los miembros, así como vecinos y amigos, a que participen.
Algunos anglos, y latinos de países que no tienen posadas, a veces se preguntan si es apropiado “usurpar” una tradición ajena. ¡Yo les contesto rotundamente que sí! Las posadas son sobre todo una tradición cultural, y a los mexicanos les complace mucho cuando la gente de los Estados Unidos adopta (y adapta) la tradición de las posadas. Al final de la canción, se invita a entrar no solo a José y a María, sino a todos los peregrinos. Este acto tiene un significado profundo: Seamos galileos o judíos, seamos anglos, latinos, o una mezcla de los dos, estamos haciendo este recorrido todos juntos, siguiendo al mismo Jesús.
Aquí enumero tres maneras en las que tu familia puede participar en una posada:
1. Lleva a tu familia a una posada en alguna iglesia local. Ofrece llevar tu guitarra y ayudar a cantar la canción, viste a tus hijas e hijos de ángeles o pastores, o ayuda con la comida.
2. Organiza una posada en tu propia iglesia. En la página VenAdelante.org/posadas vas a encontrar todo lo que necesitas: Una guía gratuita para congregaciones, versiones de la canción de las posadas en YouTube y en formato MP3, y enlaces a una página de Facebook donde la gente y las iglesias están colocando fotos y videos de sus propias posadas. Estos materiales, preparados por Forward Movement, son gratuitos y están disponibles en español y en inglés.
3. Organiza una posada en tu hogar. La guía que hallarás en VenAdelante.org/posadas se puede adaptar muy fácilmente para una posada hogareña. Invita a una o dos familias a que celebren contigo. Como preparación pueden hacer que los niños aprendan la canción de las posadas, o pedirle que hagan una piñata.
Lo más importante es esto: No permitas que los preparativos de la posada te causen ansiedad o te abrumen. Si es tu primera posada, que sea muy sencilla. Pídele consejo a los que tienen más experiencia. Recuerda que hay infinidad de maneras de celebrar las posadas, y todas son correctas. Disfruta la oportunidad de reunirte con familia y amigos, comer juntos, y recodarle a los más pequeños que estamos esperando con gozo el nacimiento de Jesús.
¿Has celebrado alguna vez Posadas? ¿Donde y cuando?
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